Jabón

¡Y llegó septiembre!
Estamos a mediados y aún no me he reenganchado al ritmo del blog, ¡agh!
Demasiados frentes abiertos, tendré que desempolvar la agenda que me compré cuando empezaba el año y que, como siempre, va a acabar 2013 casi en blanco (qué mal se me da eso de organizarme)

Bueno, bueno, a partir de hoy prometo ponerme las pilas,
pero antes os quería enseñar otro de mis entretenimientos:
el jabón =)

Siempre me llamaron la atención aquellos trozacos de jabón que había en casa de mi abuela y que parecían cuartos de queso bien blanco, nunca la vi de hacerlo, imagino que era demasiado pequeña como para andar cerca de la sosa,
pero nosotros los utilizábamos para lavar la ropa a mano y quedaba espectacular. Imagino que se me quedó esa espinita clavada y, unido a mi gusto por lo artesano, a mi pasión por los oficios y tradiciones que estamos perdiendo,
hace unos años asistí a un par de talleres en los que aprendí algo de cosmética natural y, sobre todo, a hacer jabón.

Este año he experimentado bastante, he jugado a la alquimia mezclando aceites, mantecas, aceites esenciales, ceras, flores, infusiones…
al final resulta que no es tan difícil,
¡es como cocinar!.
Y trabajar con sosa, si se guardan ciertas precauciones, no da tanto miedo.

Los que hoy dejo por aquí son dos creaciones de este verano,
uno de ellos es un jabón de caléndula muy suave y con una espuma súper cremosa. El otro es de cacao, algo más duro
pero también con una espumita fina muy agradable.

Por ahora no los hago con aromas muy notables,
estoy aprendiendo a usar los aceites esenciales (me niego a usar aromas artificiales), a conocer mucho mejor las notas y las combinaciones entre ellos,
así que destacan más por el tacto que por el olfato.

Jabón de Caléndula

Jabón de Cacao

¡Recetitas de comida en breve!
¡Feliz semana!