Un año más, veía cómo -por falta de tiempo debido al trabajo- me pillaban las Navidades sin meterme en la cocina a preparar recetas y disfrutar entre cacharros… ¡y eso no podía ser!
Así que hoy, aún con un resfriado incipiente y un cansancio acumulado bastante importante, me he propuesto adentrarme en la semana de Nochebuena subsanando esta situación:
* prefermento del Panettone esperándome en la encimera de la cocina
* pulpo recién cocido en la olla lenta
* todo lo necesario para hornear galletas y Roscón de Reyes
* un pan 100% centeno (y alcaravea) enfriándose
* una masa retardada de pan con aceitunas en la nevera
Me ha venido tan bien dedicar la tarde a estas faenas…
Y es que me hace muy feliz cocinar (Sí, feliz. Qué rara soy, ¿no?)
Por lo que intentaré seguir sacando hueco en estos días para hacer fotos y publicar alguna receta, no vaya a ser que alguien se deje caer por el blog buscando inspiración e ideas y no se encuentre novedades desde hace un par de meses…
Arranco con una receta que preparé hace tiempo (al poco de llegar de nuestra ruta de vacaciones por Navarra) pero que puede ser un entrante perfecto para estas fiestas, además es muy rápida, sencilla y está deliciosa.
Intentad elegir -siempre en la medida de vuestras posibilidades- unos buenos ingredientes: pimientos del piquillo navarros, lomos de bonito del Cantábrico, ajo morado de las Pedroñeras… y tendréis el éxito asegurado ;)
Ingredientes (4 personas):
8 pimientos del piquillo D.O.
1 cebolla pequeña
1/2 pimiento verde
1 tomate maduro pequeño
50gr migas de bacalao desalado
1 lomo de bonito del norte en aceite de oliva
2 dientes de ajo morado
aceite de oliva virgen extra
sal marina
pimienta negra
*para la salsa:
2 pimientos del piquillo D.O.
1/2 del sofrito que hemos hecho anteriormente
Comenzaremos preparando el sofrito, para ello pelamos y cortamos en daditos la cebolla y el ajo, aparte lavamos bien y troceamos el pimiento y el tomate, y lo cocinamos todo junto en una sartén con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.
Mientras se va pochando, salpimentamos y aprovechamos para preparar el relleno de nuestros pimientos.
Yo suelo utilizar migas de bacalao salado que desalo dejándolas un ratejo en un cuenco con agua y dándoles luego un par de lavados ligeros bajo el grifo.
Cuando las tengamos, troceamos y le añadimos el lomo de bonito escurrido y desmigado.
Con el sofrito templado, apartamos la mitad y, al resto, le añadimos la mezcla de bacalao y bonito, le damos un par de vueltas en la sartén y reservamos.
Trituramos la mitad del sofrito que hemos apartado y dos pimientos del piquillo, y le vamos añadiendo un chorrito de aceite para que emulsione y coja textura.
Por último, sólo nos queda disponer nuestros pimientos sobre un plato -usad los más grandes-, los vamos rellenando bien colmados y acompañamos de la salsa de piquillos (esta salsa está divina hasta para comérsela a cucharadas y va ideal con muchas otras recetas).
A propósito, ¿qué elaboraciones tenéis pensadas para estos días de comidas con familia y amigos?
Yo os dejo ésta, animáos a hacerla y me contáis.
¡Navidad, navidad, dulce navidad…!
A masa y mantel 