Mejillones con salsa de tomate

Ayer pasé por el súper y el pescadero me ofreció mejillones gallegos y yo, que nunca puedo negarme a un mejillón que fala galego, me los traje a casa pensando cómo cocinarlos esta vez.

Normalmente los comemos al vapor con limón -este bivalvo no necesita mucho aderezo para estar delicioso- pero me apetecía guisarlos un poquito… será que ha bajado algo la temperatura, será el (odioso) cambio de hora de hoy, será que estoy en ‘modo otoño’ desde hace semanas (aunque aún vayamos casi que en manga corta), pero me apetece caldo, cuchareo y guisito caliente, me lo pide el cuerpo.

Aprovechando que tenía un bote de passata abierto de hacer asadillo (receta próximamente), hoy los vamos a comer en salsa de tomate, para mojetear pan.
Los míos ya están listos y no os digo cómo huelen,
tomad nota que os da tiempo a prepararlos, ¡la receta es rápida cual rayo! Sigue leyendo…

Pastel mediterráneo de berenjena

Os preguntaréis, ¿pastel mediterráneo? ¿a qué viene ese nombre?
Y es que ayer, mientras lo preparaba para comérnoslo hoy al llegar del trabajo, decidí que mi pastel de berenjena iba a llevar este apellido ya que los ingredientes que he utilizado no pueden ser más de estas tierras del sur de Europa: berenjenas, tomates, albahaca, champiñones, ajo, aceite de oliva y mozzarella de búfala.
La combinación es perfecta, me ha recordado a un platillo de berenjenas que nos sirvieron en un pequeño restaurante de las calles aledañas al Panteón romano, también a algunos de los entrantes que degustamos en Atenas y, como no, a las recetas que suelo elaborar en casa, cargaditas siempre de alimentos ricos de la cuenca mediterránea.

Como decía, la receta está preparada la noche de antes y sólo hay que darle un calentón en el horno al llegar a casa. Lo sé, me repito muchísimo, pero nunca hay excusa para comer sano y casero, sólo hace falta organizarse un mínimo ;)

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Y, ahora, vamos con la lista de ingredientes y la preparación, probad este pastel y me contáis… Sigue leyendo…

Recetas de vigilia: Bacalao al horno con langostinos

Arranca la Semana Santa y, como cada año, volvemos a desempolvar los clásicos de la gastronomía de vigilia.

En casa nos gusta mantener esta tradición: es tiempo de bacalao cocinado de ciento un maneras, tomate frito con huevo, potaje de garbanzos con pelluelas, huevos rellenos, arroz con leche, torrijas, natillas o flanes -en otros momentos incluso también lo fue de bartulillos, flores de Calatrava y rosquillos fritos, ¡qué delicia!-

Y es que, al final, todo este patrimonio gastronómico forma parte de la historia de nuestra familia, nuestro pueblo, nuestra tierra… historia forjada por madres, hijas, abuelas y bisabuelas, alquimistas caseras que guardaron para nosotros sus pequeños secretos culinarios y recetas creadas en cocinas de fogón de hierro, entre botes de especias, ramas de laurel, cacerolas esmaltadas, pucheros de barro y cucharones de madera.

En estos tiempos de prisas, cosas que (dicen que) se comen y vienen dentro de bolsas de plástico de colorines y alimentos reales casi olvidados, expongo aquí -una vez más- mi alegato en favor de la vuelta a la cocina y la comida, a sacar el recetario de la estantería, clickar en alguno de los cien millones de blogs que hay en la red, arremangarse y dedicarse un ratito de amor: amor a la cocina, amor a los alimentos y amor a la propia salud, ¿quién mejor que uno mismo para cuidarse por medio de la alimentación? ;)

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Volviendo a la receta, hoy utilizamos el ingrediente clásico entre los clásicos de Semana Santa: el bacalao, en este caso fresco, aunque en mi tierra el bacalao se ha comprado siempre en salazón (es lo que tiene vivir lejos de la costa), desalándolo posteriormente con su ritual de cambios de agua y cocinando con él infinidad de recetas típicas de estas fechas.

Y es que mí el bacalao en salazón no me hace mucho y como la que cocina soy yo, poco más hay que decir ;) Sigue leyendo…

Pan de queso feta y hierbas aromáticas

¿A que suena bien?
Imaginad cuando descubrí esta receta en el instagram de Clotilde (os recomiendo que visitéis su página «Chocolate & Zucchini», es una delicia, tiene unas recetas con una pinta espectacular y comparte cosas súper interesantes sobre cocina, viajes…) ¡no dudé un segundo que tenía que hacerla!.
Es la combinación perfecta para mí: pan y queso juntos y acompañados de hierbas que le dan un sabor y un toque aromático buenísimo, además es súper sencilla y rápida ¡triunfada segura! Sigue leyendo…

Recetas griegas: Melitzanosalata

¡Καλημέρα*, amantes del buen comer y el cocinar! =)

Como buena manchega (del sur) que soy, desaparezco y vuelvo a aparecer como los Ojos del Guadiana…

De nuevo por aquí, no sé si para mucho o para poco, vengo con un pequeño ramillete de recetas y posts pensados para las próximas semanas, así que aprovecho el tironcillo y me lío con la faena sin pensar (ya que lo único que sí tengo seguro es que el blog se queda perenne para que podáis seguir buscando y preparando las recetas que he ido publicando).

Yo aún sigo cocinando «bonito» muy de vez en cuando, aunque a día de hoy (y por suerte) no dispongo de tanto tiempo como para dedicarme a emplatar, hacer fotos, editarlas, escribir recetas y publicarlas, aunque algunos aún se piensen que las gentes que se/nos dedican/dedicamos a llevar un blog sólo tenemos que sentarnos delante del pc a escribir cualquier cosa en cinco minutos y listo, ya que los post -con todo su aderezo- nos salen como churros y así podemos publicar hasta cuatrocientas veces al mes… pero no: llevar un blog de cocina está muy bien, es muy chulo, muy gratificante cuando hay feedback con tus lectores, pero también quita tiempo, no siempre te apetece publicar y muchas veces -después de pasarte toda la mañana con la fabada en el fuego- no tienes ninguna intención de sacar los apechusques cacharreros, cuberteros y textiles, buscar la ventana por la que entra mejor luz, preparar la cámara, el trípode y la banqueta, y decirle a tu familia que se espere 20 minutos a que acabes la sesión mientras las fabes se quedan más frías que la calle. Sigue leyendo…